– Alberto Mora, 24.03.2023 –
¿Cómo de serio es el problema? ¿Qué se puede hacer y se está haciendo para solucionarlo?
– Punto de partida y evolución del problema
El burnout, también conocido como síndrome de desgaste profesional, es un problema cada vez más común entre las enfermeras y los enfermeros. Se trata de un trastorno psicológico que se produce como resultado de una exposición prolongada al estrés laboral crónico. A medida que las enfermeras/os luchan por mantenerse al día con las demandas de su trabajo, el estrés acumulado puede llevar a un agotamiento emocional, despersonalización y una disminución de la satisfacción laboral.
La incidencia del burnout en los profesionales de enfermería es un problema preocupante. Se estima que entre el 30% y el 50% de los enfermeros/as experimentan algún grado de burnout en algún momento de su carrera. La prevalencia es aún mayor entre los profesionales que trabajan en entornos de alta presión, como en unidades de cuidados intensivos, emergencias y oncología.
El impacto del burnout en enfermería puede ser devastador. El agotamiento emocional puede llevar a la pérdida de la empatía y la compasión, lo que puede afectar negativamente la calidad de la atención que se brinda a los pacientes. La despersonalización puede manifestarse como un trato frío e impersonal hacia los pacientes, lo que puede dañar la relación entre los enfermeros y los pacientes. Por otro lado, la disminución de la satisfacción laboral puede afectar la motivación y el compromiso de la enfermera/o con su trabajo, lo que también puede provocar una disminución en la calidad de la atención y una mayor rotación laboral.
Hay varias causas subyacentes del burnout en la enfermería. El trabajo en turnos largos, las cargas de trabajo excesivas, la falta de autonomía y apoyo, la falta de recursos y la falta de reconocimiento, entre otros, pueden contribuir a la aparición y desarrollo del burnout. Además, las enfermeras/os que experimentan altos niveles de estrés en el trabajo también pueden afrontar problemas personales y familiares, lo que puede aumentar su susceptibilidad al burnout.
La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC) presentó un estudio en 2022 en que se mostraban los datos de crecimiento de este síndrome entre la población sanitaria durante la pandemia Covid-19 (en comparación a datos de 2016). Un resumen de los resultados:
– El 50% de los sanitarios presentaba puntuaciones alteradas de la subescala de agotamiento emocional (AE).
– El 22,9% mostró puntuaciones altas en la subescala de despersonalización (DP).
– El 41,7% presentó puntuaciones bajas en la escala de realización personal (RP).
Agotamiento emocional, despersonalización y realización personal son las tres dimensiones que constituyen la escala Maslach Burnout Inventory. La prevalencia global del burnout se calcula considerando que un individuo presente dos o más dimensiones afectadas, mientras que el riesgo de desarrollarlo, cuando haya al menos una dimensión alterada.
También se ha observado por SemFYC que, en los últimos 5 años, la incidencia del Burnout entre el personal sanitario de Atención Primaria ha crecido en casi 16 puntos (del 20,7% al 36,5%).
– Estrategias de afrontamiento
Es importante que los empleadores y la industria de la salud reconozcan la importancia de abordar con urgencia el problema del burnout entre los enfermeros/as y generen herramientas para reconocerlo precozmente y para reducirlo en caso de que ya esté presente.
Estudios y programas de los últimos años reconocen la necesidad de potenciar medidas para prevenir el Burnout mejorando las condiciones laborales asumidas por los enfermeros/as, regulado el número de horas extras u horas nocturnas, incluyendo un buen liderazgo o supervisión, y aumentando el apoyo y la autonomía de los profesionales de enfermería.
Otros estudios y programas remarcan la importancia de potenciar las capacidades psicológicas de los profesionales de enfermería, destacando la resiliencia como factor protector, además de la empatía, la compasión y la asertividad. Programas de bienestar y resiliencia pueden ayudar notablemente a los sanitarios a manejar sus niveles de estrés laboral y personal.
En resumen, la incidencia del burnout en enfermería es un problema grave que afecta a la calidad de la atención al paciente y la satisfacción laboral de las enfermeras/os. Se necesitan más medidas urgentes y efectivas para abordar esta “pandemia” garantizando la salud de enfermeras y enfermeros y una adecuada atención al paciente.
Fuentes de la Noticia:
Morales Rodríguez, A.M.; Cobos López, G.; Ramos Galindo, E. (2021). Prevención del burnout en enfermería. SANUM 2021, 5(1) 62-77
Zambrano Bohorquez, Belgica & Villarín-Castro, Alejandro & Bodas, Francisco & Rey, Isabel (2022). Síndrome de burnout, resiliencia y miedo a la COVID-19 en personal sanitario durante la pandemia por SARS-CoV-2, Revista Clínica de Medicina de Familia. 134-142. 10.55783/rcmf.150303.
Martínez, Ignacio & Hidalgo, Enrique & García, Teresa & Villarín-Castro, Alejandro & Martín, Antonio. (2018). Burnout y su relación con el estrés percibido y la satisfacción laboral en profesionales sanitarios de Atención Primaria de una Comunidad Autónoma. Revista Clínica de Medicina de Familia. 11. 51-60.
La pandemia hace crecer en 16 puntos porcentuales el burnout en Atención Primaria (2022). Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria – SEMFYC